1 de noviembre de 2010

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Sentirnos felices o tristes es nuestra desición.

Cuando algo malo nos pasa sentimos que no podemos levantarnos, que estamos perdidos, que no sabemos para donde ir y eso nos frena, no sabemos para donde disparar. Tristes, angustiados, enojados, lo único que hacemos es quedarnos quietos y ver como el tiempo pasa alrededor nuestro, sin hacer nada. Pero sentirnos así es nuestra desición. Está en nosotros quedarnos con esa imagen borrosa y gris de la vida. Si un problema tiene solución, entonces no tenemos que preocuparnos, porque con el tiempo ese problema se termina.

Cuando estamos tristes, angustiados, podemos decir que no podemos con nuestros problemas, que son tan grandes que no podemos solucionarlos porque no tenemos más fuerza ni sabemos como hacerlo. También podemos hacer como si nada pasase, y mostrar nuestra mejor cara ante la gente, pero sólo los estamos ocultando, no solucionándolos. O también podríamos pensar que otras personas se van a encargar de solucionarlos por nosotros, pero eso no va a pasar, porque solo nosotros podemos buscar esa solución. No alcanza solo con desear encontrarla, sino que necesitamos, tenemos que hacer algo para que eso pase; y solo así podremos seguir adelante.

En la vida uno tiene que ganarse las cosas, tiene que luchar por conseguir eso que tanto desea. En el camino se encuentra tanto éxito como fracaso. Pero es nuestra decisión quedarnos en el fracaso y no avanzar. Queda en cada uno pensar que ya todo está perdido, o por el contrario insistir en que importan poco las situaciones dífíciles que se viven en ese momento, porque siempre hay una nueva oportunidad para volver a empezar, para arreglar esos problemas. Uno tiene que pensar que es importante para uno mismo, para las personas que estan a su alrededor, y es importante para seguir participando de este gran cuento que es la vida. Una persona fuerte no es la que nunca le tocó vivir situiaciones difíciles, sino aquella que supo enfrentarlas y seguir adelante.

Sentirse derrotado es nuestra decisión. Tenemos que recordar que no estamos solos, que siempre hay alguien para escucharnos, para tirarnos una soga y sacarnos de ese pozo en el que estamos metidos.

A mi me gusta pensar que detrás de las nubes el cielo es siempre azul. "Siempre que llovió, paró..." dicen por ahí, ¿no? Es en esos momentos que nos sentimos perdidos que tenemos que ser más fuertes que nunca, pelearla y seguir adelante. Hay que ponerle el pecho a esas situaciones, y levantarse. Hay que luchar por los sueños, por ser felices.

1 comentario:

  1. q hermosa reflexion! sin dudas una clave para lograrlo es aprender a estar en las "pequeñas" pero verdaderamente grandes cosas d las dudas,y apartarnos de los pensamientos q no nos hacen crecer y ademas nos estancan..siempre luchar.

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© 2010 Melisa Andrea Tenaglia. Todos los derechos reservados.