Hoy quiero hablar de la risa, la risa franca. Está comprobado científicamente que la risa tiene poderes curativos, puede generar cambios químicos en el organismo, aumenta el sistema inmunológico, se pone en actividad el sistema central y periférico y empieza a activar algunas zonas en el cerebro que están dormidas. Está comprobado que la risa franca, la carcajada, tiene la capacidad de recuperar la salud de los enfermos, puede llegar a curar, libera tensiones, nos relaja, ayuda a expresarnos mejor. Una sonrisa a tiempo desdramatiza la vida. Está comprobado que las personas que se han reído juntas, se sienten mucho más cerca. No necesitamos de algo gracioso para reírnos, la risa franca es contagiosa, no hay que olvidarse de reír, hay que recordar esa risa franca natural como la de los niños. Es risa, nos puede salvar…
William Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente y recuerda: antes de hablar, escucha; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente; antes de odiar, ama; antes de rendirte, intenta; antes de morir, vive.
13 de septiembre de 2010
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