¿Quién escribe el destino? ¿Somos marionetas del destino? ¿Controlamos nuestras vidas? Cada día avanzamos en nuestra vida, inocentemente, mientras la trama se va entrelazando, mientras el destino se va configurando…Podemos cambiarlo, pero tarde o temprano, el destino viene a buscarnos. Dormimos, amamos, trabajamos o cantamos ajenos a los que el destino escribió para nosotros.
En el lugar menos pensado, de una manera imposible de imaginar, todo se va armando. Avanzamos inconscientemente mientras la trama se va entrelazando de forma misteriosa. Aunque corramos en la dirección contraria no se puede escapar, porque no somos nosotros lo que vamos hacia el destino, sino este el que viene a buscarnos tarde o temprano. A veces es realista, urde y entrelaza la trama con pericia. Como buen guionista pone personajes en el momento y en el lugar indicado que permite que la acción avance hacia donde él quiere que avance. Así escribe el destino, dando giros a la historia permanentemente. El destino es estratega. Mueve las fichas, despliega sus tropas en el campo de batalla y sabe cómo dar su golpe certero.
Las acciones humanas son lo único que pueden cambiar el destino como una simple piedrita verde puede debilitar a Superman. Las acciones y decisiones acertadas podrán cambiar el destino, o ir finalmente a su encuentro, pero en definitiva, lo que deba ser, será.
William Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente y recuerda: antes de hablar, escucha; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente; antes de odiar, ama; antes de rendirte, intenta; antes de morir, vive.
9 de noviembre de 2010
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Lo único cierto que será ,es la muerte.
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