Todo el tiempo estamos entre el sí y el no. Elegir entre el sí y el no puede ser la decisión más difícil de tomar. Hay veces en que la diferencia entre decir sí o decir no puede ser determinante, puede cambiar tu vida para siempre. "El no ya lo tengo", dice alguien para darse coraje, porque el no es lo que nos rige; decimos que no a todo, todo el tiempo. Pero a veces decimos algunos sí; a veces decimos sí sin medir las consecuencias, y ese sí cambia todo.
¿Pero no se trata de eso la vida, de decir sí y avanzar y vivir? El sí nos compromete y nos desnuda, el sí expone nuestros deseos, el sí señala que algo nos falta. Una vez más estamos ante esa decisión, que todo siga siendo no o animarse al sí y zambullirnos en la vida, esa vida que vivimos deteniendo todo el tiempo con el no.
¿Sí o no? ¿Que vamos a contestar a las propuestas que nos da la vida?
William Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente y recuerda: antes de hablar, escucha; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente; antes de odiar, ama; antes de rendirte, intenta; antes de morir, vive.
1 de noviembre de 2010
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Elegir es complicado, pero entre tomar la decisión de seguirte y no, será muy fácil. Me ha encantado tu blog.
ResponderEliminar¡Besos, preciosaaa!