Uno quiere cambiar algo, eso que se repite y se repite, pero igual siempre se termina repitiendo lo que se quiere cambiar. Por ahí el problema es ese, querer cambiar lo que no se puede cambiar. Y después las cosas que si se pueden cambiar, cambiarlas. Pero siempre con paciencia, no hay que ser tan exigente con uno mismo. A veces es como que te sentís atraído, como que deseas repetir eso aunque sabes que es un error. Y si siempre te equivocás con lo mismo será que tenés que hacer algo distinto para que pase algo distinto.
La vida es una secuencia de repeticiones, y de vez en cuando algo distinto. Uno vive atrapado en un nudo, enredado sin poder salir. Mas tirás de esa soga, más se cierra el nudo. Pero cuando menos lo esperás aparece algo distinto, algo inesperado que te cambia la vida. A veces cambiar es aceptar quien sos. A veces cambiar es aceptar quien es el otro.
Cuando repetimos lo que nos hace mal no es porque somos tontos, masoquistas o débiles, sino que repetimos simplemente porque queremos cambiar.
William Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente y recuerda: antes de hablar, escucha; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente; antes de odiar, ama; antes de rendirte, intenta; antes de morir, vive.
6 de diciembre de 2010
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He entrado en tus dos blogs y me han parecido ambos muy buenos. Besos
ResponderEliminarhttp://vestirsinmiedo.blogspot.com/